lunes, 12 de septiembre de 2016

El pH del suelo en la Huerta Orgánica

La acidez del suelo se determina mediante la cantidad de iones H+ que están presentes en una solución de suelo y la mejor forma de determinar la acidez o alcalinidad de los suelos es mediante el valor de pH (potencial de hidrógeno) que puede estar entre 1 a 14.
En base a ese valor hablamos de suelos ácidos cuando el pH es menor a 7, suelos alcalinos cuando el pH es mayor a 7 y suelos neutros cuando el pH es 7.

¿Por qué es importante determinar el pH del suelo?

Las plantas absorben los nutrientes del suelo siempre que estén solubles, es decir el suelo puede tener una gran cantidad de nutrientes, pero si no están solubles las plantas no lo pueden absorber. Esto ocurre en los suelos muy ácidos, en ellos se verá afectada  la absorción de nutrientes porque la acidez incide en la solubilidad, por esto deberíamos conocer el pH del suelo.
Los suelos con pH muy ácido pueden provocar toxicidad en las plantas por alto contenido de metales como aluminio, hierro, manganeso, cobre, cobalto o boro, además se ve afectada la actividad microbiana y de las lombrices que cumplen una función de enorme importancia en el suelo.
Los suelos con pH muy alcalino son deficientes en hierro y provocan en la planta clorosis, la que se  manifiesta en amarillamiento de hojas y posterior muerte de la planta.

Cuando queremos instalar una huerta a campo y existen dudas sobre el pH del suelo (o incluso como actividad para realizar en los proyectos educativos), una práctica adecuada y sencilla es determinar el pH con papel tornasol o papel pH.


Procedimiento:
  • Colocamos en un recipiente de vidrio una  suspensión de suelo que se obtiene mezclando una parte de suelo y dos partes de agua destilada.
  • Luego sumergimos la cinta de papel en la suspensión por algunos segundos.
  • De acuerdo al color que toma la cinta podemos determinar el pH del suelo.


La mayoría de las plantas de la huerta prefieren suelos entre ligeramente ácidos a neutros con pH entre 6 y 7. Algunas especies toleran suelos algo más ácidos (frutilla, boniato, berenjena, papas) y otras algo alcalinos (habas).

En la huerta orgánica el manejo del suelo, basado en el aporte de abonos orgánicos en otoño y primavera como compost o humus de lombriz, permite mejorar las propiedades químicas del suelo como por ejemplo las posibles variaciones del pH llevándolo a la neutralidad, además de mejorar las propiedades físicas y biológicas. 



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