domingo, 19 de mayo de 2019

La necesidad de vivir en comunión con la Naturaleza, 
La Huerta Orgánica

"La gente ya no pone los pies descalzos en la tierra pelada. Sus manos se han alejado de hierbas y flores, no dirigen su mirada al Cielo, sus oídos están sordos al canto de los pájaros, su nariz se ha hecho insensible a causa de los humos de los tubos de escape y su lengua y su paladar han olvidado los sabores sencillos de la Naturaleza. Los cinco sentidos han crecido aislados del orden natural. La gente se ha alejado dos o tres escalones del Hombre verdadero...

Los verdaderos gozos y deleites del Hombre eran un éxtasis natural. Esto sólo existe en la Naturaleza y se desvanece lejos de la Tierra. Un medio ambiente no puede existir fuera de la naturaleza, y así la agricultura deberá ser el fundamento para vivir "
Masanobu Fukuoka


Caminar descalzos en el pasto, mirar las estrellas de noche en el campo, bañarnos en el mar, oler la tierra mojada por la lluvia, escuchar el canto de los pájaros, caminar sobre un colchón de hojas en otoño, tocar la tierra, sembrar, cosechar, nos generan una sensación de serenidad, de plenitud, de satisfacción.

Muchos problemas de salud ya sea físicos o emocionales, que se presentan en las personas en la actualidad se deben a la falta de contacto con un espacio natural, donde el tiempo no nos apremie y podamos observar, oler, sentir para sorprendernos, descubrir, admirar, meditar, haciendo uso de todos los sentidos para comprender y así, respetar los procesos naturales. Nuestras culturas ancestrales vivían en comunión con la naturaleza, en una relación de amor retribuido. ¿Por qué no aprender de ellos? 
La huerta orgánica nos permite tener esa oportunidad cuando apreciamos su diversidad de aromas, colores, formas, sabores, cuando aprendemos a esperar y ser pacientes, cuando nos retribuye con la cosecha.



Si bien no necesitamos de comprobaciones científicas que nos fundamenten lo que la naturaleza provoca en nosotros, existen cada vez más estudios científicos que demuestran cuales son las reacciones que se desencadenan en nuestro cuerpo cuando tomamos contacto con la naturaleza.

Algunos estudios en proceso, destacan a una bacteria denominada Mycobacterium vaccae. Su nombre proviene del latín vacca (vaca), debido a que fue aislada por primera vez en el estiércol de vaca, pero habita también en la tierra y en el aire, en suspensión.

La investigación realizada por la doctora Dorothy Matthews, indica que el contacto con la tierra incidiría en la producción de serotonina, un compuesto químico, neurotransmisor presente en el cerebro que está vinculado a nuestro estado de ánimo.
El estudio fue presentado en el 2010, durante la conferencia anual de la Sociedad Estadounidense de Microbiología en San Diego, California. En él se destaca como la mejora en los niveles de serotonina reduce la ansiedad, mejora el estado de ánimo, el desempeño, la creatividad y por lo tanto la autoestima. La científica consideró “la importancia de los resultados en cuanto a la relación que existe entre los microbios y la función cerebral”.

Es muy común entre las personas que cultivan su huerta hablar de sus progresos y anécdotas con una especie de entusiasmo cómplice y contagioso. 

Tal vez esta página vaya más dirigida a los más escépticos, a los que necesitaban una prueba más para decidirse a experimentar las bondades de la huerta orgánica. 

jueves, 9 de mayo de 2019

El valor nutritivo de los alimentos orgánicos

“Que tu alimento sea tu mejor medicina”
Hipócrates

Cuando hablamos de frutas o verduras, elegir lo que queremos comer debería ser un derecho fundamental. Desde un enfoque agroecológico, la agricultura orgánica es una alternativa para producir alimentos sanos, nutritivos y en armonía con la naturaleza que integra nuestro planeta. El solo hecho de no usar productos de síntesis química o agrotóxicos, nos asegura la ausencia de posibles residuos, la no contaminación del ambiente y la salud de las personas que trabajan en la producción.

En la agricultura orgánica el suelo es considerado como un organismo vivo, pleno de vida. Entre los microorganismos que forman el suelo, los detritívoros fraccionan los restos de animales y vegetales muertos y los desintegradores liberan en los suelos sustancias simples como proteínas, hidratos de carbono o ácidos orgánicos que son fácilmente asimilados por las plantas, para su crecimiento, desarrollo y producción que será nuestro alimento. Esto explicaría las ventajas nutricionales que presentan los productos orgánicos en cuanto al mayor contenido de vitaminas y minerales, al mejor aroma y mejor sabor. Además, tienen menor contenido de agua lo que permite una mejor calidad y conservación postcosecha y una mayor resistencia a plagas y enfermedades ya sea por la ausencia de aplicaciones de agrotóxicos, como por su adaptación a las condiciones del lugar en el que se producen.


Cada vez hay más estudios que destacan que los productos obtenidos con un manejo orgánico (ecológico), tienen mejores propiedades nutricionales.

Las investigaciones realizadas por Dolores Raigón y que se publican en su libro “Alimentos ecológicos, calidad y salud”, editado por la Junta de Andalucía, demuestran que los alimentos ecológicos tienen mayor valor nutritivo, son más equilibrados, más saludables, con mejores propiedades organolépticas (color, sabor, textura, aroma) y carecen de productos contaminantes. Entre las ventajas nutricionales de los alimentos se constató:  un mayor contenido de minerales como hierro y fósforo, un mayor contenido de vitaminas y fitoquímicos (con función antioxidante que previene diversas patologías), un mayor contenido de materia seca que se relaciona con una mayor concentración de nutrientes.
  
En el informe de RAPAL-URUGUAY (Silvana Buján Abril 2019) se hace referencia a un trabajo de investigación en la Universidad Politécnica de Valencia, España, coordinado por Adrián Rodríguez Burruezo y María Dolores Raigón que forma parte de la tesis doctoral de Ana María Ribes. Se demostró que en casi cuarenta variedades de cuatro especies del cultivo de pimiento, Género Capsicum (lo que demuestra una gran variabilidad genética) con un manejo ecológico, los frutos cosechados tenían un mayor contenido de antioxidantes (vitamina C), compuestos fenólicos (protegen a las plantas del ataque de plagas) y mayor contenido de carotenoides (alfa y beta caroteno y capsantina), con respecto a un manejo convencional con insumos químicos. También se comprobó que el valor nutritivo de los pimientos con manejo ecológico se incrementa con la maduración. Esto explica la importancia que tienen los microorganismos del suelo para la asimilación de nutrientes en las plantas, lo que se traduce en un mejor valor nutricional. Entre otras conclusiones, en este trabajo se observó que las variedades ancestrales no mejoradas genéticamente se comportan mejor con un manejo ecológico u orgánico.

También se comprobó en diferentes estudios científicos un mayor contenido de minerales en los cultivos orgánicos y se destaca al hierro. El hierro es un mineral esencial para nuestra salud y a veces no se encuentra en el suelo en forma disponible para que la planta lo pueda absorber, sin embargo, en los cultivos manejados en forma orgánica, se observó que los microorganismos del suelo facilitan la absorción del hierro en forma de iones que están fácilmente disponibles para las plantas. 

Cada vez surgen más evidencias que nos aseguran la importancia de comer sano y rico y de producir en forma orgánica en armonía con los procesos de la naturaleza.