lunes, 29 de agosto de 2016
martes, 23 de agosto de 2016
El cultivo de Boniato en la Huerta Orgánica (Primera y Segunda parte)
El boniato cuyo nombre científico es Ipomoea batatas
Lam., es originario de América.
Es una planta perenne que en nuestro país se cultiva
como anual debido a que es sensible a heladas.
La parte comestible (boniatos), corresponde a una raíz
tuberosa y su importancia como alimento se debe a la capacidad antioxidante
dada por el contenido de antocianinas, carotenos, vitamina E, compuestos
fenólicos y proteínas.
Es un cultivo con cierta rusticidad, de fácil manejo, que
se propaga vegetativamente mediante plantines y es ideal para tener en nuestra
huerta y sobre todo en la
huerta escolar.
El ciclo del cultivo comprende la construcción del
almácigo en octubre, el trasplante en noviembre-diciembre y la cosecha a
finales de marzo o abril coincidiendo con el inicio del período de clases.
En la preparación del almácigo para obtener plantines
se requiere tener en cuenta:
- La selección de raíces. Debemos elegir boniatos de aproximadamente 150 gramos que estén enteros con la forma característica de la variedad, con la piel intacta y que no estén golpeados o machucados. (Podemos comprar un kilo de boniatos con esas características para tener una primera experiencia en este cultivo).
- La preparación del cantero de siembra. Dado que el almácigo no ocupa mucho lugar podemos destinar el extremo de un cantero para hacerlo, el cual debe ser de aproximadamente 20-25 cm de altura y con buen contenido en materia orgánica (tierra mezclada con abono orgánico: compost o humus de lombriz).
- Luego se disponen las raíces sobre el cantero separadas 1 o 2 cm y se cubren con 10 cm de tierra mezclada con abono orgánico.
- Por último debemos regar diariamente, temprano en la mañana y si fuera necesario repetir el riego al caer la tarde.
¿Cuándo y cómo hacemos el trasplante de plantines?
Los plantines estarán listos para trasplantar cuando
tengan aproximadamente 6 hojas o 25 cm de altura.
Es importante suspender el riego de los plantines un
par de días antes de su extracción, para provocar el “endurecimiento” de los
mismos y reducir el stress que implica el trasplante.
Una vez que se cumplieron las condiciones anteriores,
se cortan los plantines 2 cm por encima del nivel del suelo tarea que se debe
realizar temprano en la mañana o al caer la tarde.
Siembra de los plantines en el lugar definitivo
Es muy importante la preparación del cantero donde trasplantaremos los plantines, el cual debe ser de una altura aproximada de 30 cm y con una mezcla de tierra con abono orgánico. Allí se trasplantarán los plantines a 35 cm de distancia.
A tener en cuenta: Los plantines al carecer de raíces, se deben
enterrar con la parte inferior del tallo horizontal y presionando la tierra, de
esta manera favorecemos la formación de raíces.
Como dijimos
anteriormente, el boniato es un cultivo de fácil manejo, sin embargo no debemos
descuidar el riego ni la competencia con las malezas en las primeras etapas del
cultivo. (Ver tema: “La Cobertura del Suelo en la Huerta Orgánica”)
Una vez que la planta se va desarrollando, las propias
guías de los tallos cubren el suelo impidiendo la presencia de malezas y la
evaporación superficial del suelo, por lo que el riego será menos frecuente.
Cosecha: El índice de cosecha del cultivo se da cuando las hojas comienzan a
ponerse amarillas. Es fundamental que la cosecha se realice antes de las
primeras heladas para asegurarnos la calidad del producto.
Para la cosecha retiramos las guías del cultivo y
luego con la ayuda de un rastrillo de mano se sacan los boniatos. Para su mejor
conservación no se deben golpear y se guardan en un lugar fresco a
aproximadamente 15°C y con humedad alta para evitar que se arruguen.
No olvidar que este es un cultivo más que tendremos en
la huerta junto con otras hortalizas, flores y aromáticas, siguiendo siempre
las pautas del manejo orgánico ya presentadas en temas anteriores.
Este cultivo es ideal para sembrar en los huertos escolares por su ciclo, manejo y por el incentivo que implica para los niños comenzar las clases en marzo coincidiendo con la cosecha de boniatos.
lunes, 15 de agosto de 2016
La Huerta Orgánica, los Saberes Populares y la Etnoecología
Los Saberes Populares trasmitidos de
generación en generación surgen del pensamiento organizado desde la vida misma,
son los conocimientos creados a partir del contacto diario que una persona o comunidad
tiene con el medio.
Muchos de estos conocimientos se trasmiten de
generación en generación en forma oral, permanecen en la memoria y están
vinculados con lo espiritual, con la
visión que tengamos del mundo, lo que
influye en nuestros valores y en la manera en que nos relacionamos con los
demás (Tema: Huerta Orgánica como Filosofía de Vida).
En la actualidad se hace necesario un retorno de lo
académico-científico a lo intuitivo-natural. La ciencia desde sus orígenes se nutrió de los saberes
populares y hoy más que nunca debería recurrir a ellos para una propuesta de
agricultura sostenible como lo es, la Huerta Orgánica.
La Etnoecología estudia el conocimiento
que las comunidades rurales, indígenas y campesinos tienen de su ambiente
natural y surgió debido a la preocupación por resolver problemas como: la
conservación de la diversidad biológica, la conservación de la diversidad
cultural, la preservación de ciertas variedades de plantas y razas animales, el
uso eficiente del agua y el control de plagas, entre otros.
viernes, 5 de agosto de 2016
La Cobertura del Suelo en la Huerta Orgánica
Una de las estrategias de la Agricultura Orgánica y
que surge de observar lo que ocurre en la naturaleza es cubrir los suelos con
algún tipo de material vegetal, que esté fácilmente disponible como pasto seco,
hojas secas, viruta de madera, paja, cáscara de arroz.
La cobertura natural del suelo, se conoce con el nombre de mulching y nos brinda muchas ventajas:
- Protege al suelo del impacto del agua de lluvia o riego, evitando la erosión.
- Reduce las necesidades de riego en una tercera parte, ya que al haber menor evaporación superficial se mantiene la humedad en el suelo.
- Evita el crecimiento de malezas al no llegar la luz a nivel del suelo.
- Aporta materia orgánica al suelo, en la medida que el material de cobertura se va descomponiendo.
- Favorece la presencia de insectos, lombrices y microorganismos que ayudan en la descomposición de la materia orgánica y mineralización de nutrientes del suelo.
- Es refugio de insectos benéficos que controlan plagas.
A tener en cuenta:
Evitar el uso de hojas de pino y eucalipto como
cobertura, ya que incrementan la acidez del suelo por su contenido en resinas y
taninos.
Se sugiere no usar en forma frecuente viruta como material
de cobertura debido a su contenido en
celulosa y lignina, ya que en este caso, para que los microorganismos
del suelo las puedan descomponer utilizan el nitrógeno y no lo dejan disponible
para las plantas.
Suscribirse a:
Entradas
(
Atom
)