jueves, 31 de marzo de 2016


La  importancia del  Compost  en la Huerta Orgánica

El Compost es otro de los abonos orgánicos empleados en la huerta  que resulta de la descomposición de los residuos orgánicos frescos en condiciones de aerobiosis por parte de los microorganismos del suelo, como bacterias, hongos, protozoarios, pequeños insectos.

Este producto obtenido denominado compost, es estable y mejora las propiedades físicas del suelo (como la estructura, la porosidad, la permeabilidad, la capacidad de retención de agua), las propiedades químicas facilitando la disponibilidad de nutrientes para las plantas (aumentando la resistencia a enfermedades) y las propiedades biológicas del suelo, ya que favorece la actividad de los microorganismos.

Es posible replicar este proceso en nuestro hogar o escuela, si mantenemos las condiciones controladas de humedad, temperatura y aireación, lo cual permitiría manejar los residuos orgánicos de manera responsable y amigable con el medio ambiente.

Para construir nuestra compostera en un medio urbano necesitamos:

  • Un recipiente adecuado, para lo cual podemos manejar diferentes opciones (tachos plásticos o de metal, tanques de metal,  calefones en desuso, cajones de verdura superpuestos). En todos los casos, los recipientes deben estar perforados para permitir el ingreso de aire y una efectiva descomposición.
  • Residuos orgánicos como cáscaras de frutas, verduras, yerba, café, té, residuos de jardinería como hojas, pasto, estiércol animal (excepto de perro o gato) y tierra.

Procedimiento:

Se coloca en el recipiente elegido una primera capa de 15 cm de residuos vegetales y si se dispone de estiércol de vaca o caballo por ejemplo, se puede  agregar una capa de hasta 5 centímetros.  
Luego cubrimos con una capa de tierra de aproximadamente 5 centímetros.
Esta secuencia se repite hasta agotar los materiales y por último se riega y  se cubre con pasto.





En el medio rural es común construir la compostera en forma de pila sobre el terreno, donde se van disponiendo los materiales en capas hasta alcanzar una altura aproximada de 1 metro.




A tener en cuenta:

Es importante reunir todos los residuos orgánicos antes de armar la compostera, ya que a diferencia del lombricario, no se siguen agregando residuos orgánicos una vez que finalizamos su construcción.

Los residuos orgánicos deben estar bien triturados para que el proceso sea más rápido y efectivo.

La compostera debe estar protegida de la lluvia para evitar el exceso de agua y en el caso que se encuentre a cielo abierto habrá que cubrirla.

Se deben mezclar los materiales de la compostera (volteo),  a partir de la primera semana de su construcción y luego repetirlo una vez a la semana hasta finalizar el proceso.

Duración del proceso:

El proceso puede durar de 3 a 6 meses, dependiendo de la época del año y sobre todo del manejo aplicado.

El compost estará pronto cuando no se distinguen los materiales que hemos agregado y tiene el aspecto de tierra oscura con olor agradable.

El compost  al igual que el humus de lombriz, no produce toxicidad en las plantas y a  nivel práctico se sugiere agregar una capa de 2 cm sobre el suelo, en otoño y primavera para preparar la siembra de los nuevos cultivos que instalaremos en la huerta.

Por último recordar que al elaborar nuestro compost estamos reduciendo la cantidad de residuos orgánicos que irían a parar al vertedero con la consecuente generación de gas metano causante del  efecto invernadero.

En la próxima entrega continuaremos tratando cuales son los factores que influyen en el proceso de compostaje lo que permite que  este tema sea ideal para experimentar y tratar en la escuela

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