En estos días muchas personas se
han interesado por iniciar una huerta en sus casas, otras que ya tenían su
huerta, han ampliado el espacio de la misma para dedicarse a más especies,
generado una gran demanda de semillas.
Para quienes practican la
agricultura orgánica la semilla es un recurso muy preciado, lo que hace que se dedique
un tiempo a la producción de semillas para futuras siembras. Estas semillas reflejan
paciencia, conocimiento, vivencias, cultura, diversidad y algo muy importante
en estos tiempos, autonomía para alcanzar la soberanía alimentaria, que es el
derecho a elegir lo que queremos comer.
Hoy me quiero detener en un
punto fundamental, motivo por el que estoy escribiendo estas líneas y son las
semillas producidas en la mayoría de las huertas comunitarias.
Las huertas comunitarias son espacios
colectivos donde los vecinos participantes producen, seleccionan y conservan las
semillas con paciencia y dedicación, en un proceso continuo de enseñanza y
aprendizaje.
Hoy estas semillas son un
recurso muy valioso y preciado, que se comparte para que muchas personas puedan
tener su huerta. Son semillas de resistencia, de oportunidades, que nos van a
permitir tener un espacio en nuestras casas para transitar este momento que nos
toca vivir con entusiasmo, para que cada uno de nosotros podamos volcar allí lo
mejor y compartirlo con los demás.
💚🌱 compartir es la clave! Hermosas palabras! 🙌
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