martes, 11 de octubre de 2016

Importancia de la Educación Ambiental en niños y jóvenes.

Si bien la Educación Ambiental no está restringida a ninguna edad, (es más, hoy se la considera un instrumento para que los colectivos se informen y adquieran habilidades para defender su derecho a tener un ambiente libre de contaminantes), es en niños y jóvenes donde adquiere su mayor potencialidad.

La transversalidad de la educación ambiental en los programas de estudio permite a los docentes acompañar el desarrollo de niños y jóvenes para que sean más autónomos, creativos, cuestionadores, reflexivos ya que la dimensión ambiental les permitirá tener una mirada más amplia y disponer de más estrategias.


Las decisiones que cada uno de nosotros toma todos los días afectan el entorno y dependen de nuestra valoración.

Sea cual sea la herramienta utilizada,  la educación ambiental debe lograr un cambio en la manera de pensar y actuar que se manifieste  en  actitudes y hábitos  para una mejor convivencia.


Un claro ejemplo de esto se visualiza en los centros de enseñanza que desarrollan proyectos de huerta orgánica: allí se aprende a observar, a ser pacientes, a descubrir, a cometer errores que nos van a permitir aprender, a saber que podemos tener otras oportunidades, a cuidarnos a nosotros y a los otros, a ser solidarios, a cuestionar, a rescatar esos valores  que no queremos perder. Como lo planteaba Lewis, (1996), “Las plantas son tan eficaces en la obtención de respuestas humanas debido a que su entorno contrasta fuertemente con el mundo social en que nos movemos…. Las plantas no tienen prejuicios, no amenazan y no discriminan. Responden a la atención, no a las fortalezas o debilidades de la persona que la haya facilitado…”

Lewis, C.A. (1996) Green Nature Human Nature: The meaning of plants in our lives. Illinois: University of Illinois Press.


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